Lunes 30 de enero. El hielo en que se había convertido la superficie de los embalses, fue quizás la premonición de lo fría que iba a concluir la mañana.
Con nieve y algo de hielo, más presentes
en el suelo según avanzábamos en el ascenso, fuimos dejando atrás la fuente de
Mingo, el desvío a la de la Campanilla, y comenzamos a disfrutar de las vistas
que la altura nos iba deparando.
El día totalmente despejado, soleado y no excesivamente frío, nos permitió, llegados al mirador de las Canchas, divisar el maravilloso entorno y realizar el habitual refrigerio.
La bajada la iniciamos por la pista que desciende hasta el Ventorrillo, hasta llegar a la altura del sitio de “Walpurgis” el antiguo hospital,
una bien consolidada placa de
hielo, un infantil desliz, un pequeño resbalón, una dolorosa luxación de hombro
y un inevitable período de reposo y rehabilitación, y gracias.
¡¡ Hasta dentro de un mes !!
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