En la zona norte de la costa de Conil de la Frontera, entre la playa de Roche y el mirador del Faro y cabo Roche, nos encontramos con una zona de varios kilómetros de pequeños acantilados, rodeados por una zona espesa de bosque de pinares, enebros, y matorral de muy diverso tipo, que dan lugar a un paisaje de espectacular belleza,
Al pie de estos pequeños acantilados se van sucediendo numerosas
calas con playas vírgenes de singular encanto,
Pasear este paisaje y disfrutar de un relajante baño en estas
limpias y claras aguas atlánticas es un lujo que hemos podido disfrutar días
atrás, en un otoño que más parecía un suave verano.
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