FERROCARRIL DEL BERROCAL y POLVORINES

El paseo de hoy, lunes.

Desde el final del asfaltado de la calle Vía del Berrocal junto a la Dehesa Vieja, por donde no hace tantos años circulaba el ferrocarril que transportaba hasta Villalba la piedra extraída de nuestras canteras del Berrocal y Peña Cardín, aún se puede observar sobre el terreno no urbanizado, el trazo de la línea férrea difuminado por el tiempo transcurrido, 

Si continuamos el paseo por el Camino de los Linares, un poco más adelante,

a nuestra derecha, percibimos claramente la loma sobre la que descansaban las traviesas y railes del mismo y el balasto que las soportaba, hasta desaparecer a la altura del camino que termina en terrenos del actual vivero de Moraljardín. 

Vuelve a reaparecer, tras pasar a través de fincas hoy particulares, en la entrada de la urbanización El Linar de la Maliciosa, frente al puente existente en el río Navacerrada,

 

que también era cruzado por el ferrocarril. 

Tras pasar el puente, en la zona hoy constituida como paseo, se ubicaba el muelle de carga y descarga y un poco más allá finalmente la caseta última del recorrido, junto a la cual se almacenaba el material y la máquina realizaba el cambio de sentido para el arrastre de las vagonetas, ya que existía una sola vía para ida y vuelta.

 

Aprovechando el recorrido hemos visto especies arbóreas, entre ellas Rusco y Lupios,

 

algunos otros bichejos,

y los refugios utilizados como polvorines y almacenes de armamento en nuestra pasada guerra civil.