El miércoles, 20 de Enero, iniciamos la marcha en
el aparcamiento de Canto Cochino; cruzamos el puente sobre el Manzanares y
tomamos el GR a la derecha, para cruzar el puente sobre el Arroyo de la Majadilla.
Ya en la otra orilla, a unos 200 metros a la
izquierda tomamos la senda que asciende por el Barranco de los Huertos, hasta
alcanzar la Gran Cañada. La subida es bastante fatigosa y el esfuerzo dedicado
a la misma impidió que simultaneáramos la caminata con la toma de fotografías.
Parada en la Gran Cañada, para refrescar la
garganta y aligerar las prendas de abrigo pues además de llegar fatigados
también íbamos sudorosos.
No termino aquí el esfuerzo, pues el PR que desde
la Gran Cañada asciende hasta el Yelmo, también tiene su aquel, pero ahora si
las máquinas fotográficas comenzaron su trabajo recogiendo instantáneas de las
singulares formaciones rocosas existentes a ambos lados del sendero.
De repente, entre la niebla que a ráfagas lo
ocultaba, apareció la imagen del coloso rocoso que tantas veces hemos visitado
y disfrutado y del que guardamos tan buenos recuerdos.
A sus pies se montó el ineludible momento del refrigerio y tras éste, unos quisieron, una vez más, ascender hasta su cumbre y otros, bordeándolo y en ligero descenso, nos dirigimos en busca de La Lagunilla
Una vez en ella, disfrutamos de su belleza y su
silencio y de las grandiosas vistas de la zona, desde la balconada que la
cierra. Solos nosotros y unas cuantas cabras en unas rocas cercanas.
Desde allí, la bajada larga aunque más cómoda hasta
alcanzar la Gran Cañada y una vez en ella
el descenso por el GR hasta Canto Cochino, donde unas horas atrás
iniciamos la jornada.
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