Desde el Monasterio
del Paular y atravesando el Puente del Perdón,
nos vamos internando
por este agradable espacio natural, siguiendo los paneles indicativos
existentes, en busca de la Cascada del Purgatorio.
El horizonte nos
ofrece la vista de los circundantes picos nevados,
y el sendero la alfombra
de las hojas de los robles,
hasta que llegamos
al arroyo cuya remontada dejando atrás desplomes de agua, pozas y paisaje en algún
caso aún otoñal,
nos situará al pie
mismo de la cascada, en esta época aún sin mucha agua.
Un bonito recorrido,
bien indicado, con baja dificultad y para todo tipo de público amante de la
naturaleza.
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